El cannabidiol, más conocido como CBD, es cada vez más popular por sus propiedades terapéuticas y sus mínimos efectos secundarios. Se utiliza para tratar el dolor crónico, la inflamación, la ansiedad, la depresión y otras afecciones médicas. Este componente no psicoactivo se extrae de la planta de cannabis y puede utilizarse solo o en diversos productos como aceites, tinturas y cápsulas.
Cómo se extrae el CBD del cannabis
El proceso de extracción del CBD está disponible en diferentes métodos, todos los cuales tienen sus ventajas y desventajas. Los métodos más comunes son la extracción con CO2, la extracción con disolventes y la extracción con aceite de oliva:
- Extracción con CO2: Este método se considera el más seguro y eficaz para extraer el CBD. Utilizando dióxido de carbono supercrítico en condiciones de alta presión y temperatura, las moléculas de CBD pueden separarse de forma segura de las partes de la planta y aislarse a continuación. La sustancia resultante, el CBD puro, está libre de residuos nocivos y a menudo se clasifica como de calidad alimentaria.
- Extracción con disolventes: aquí se utilizan disolventes como etanol, butano o hexano para disolver las moléculas de CBD de las partes de la planta. Aunque este método es más rentable que la extracción con CO2, también alberga el riesgo de que queden residuos en el producto final resultante.
- Extracción de aceite de oliva: Este método es relativamente sencillo y seguro de llevar a cabo. Primero se calientan las partes de la planta de cannabis (para convertir la forma ácida del CBD en la forma activa) y después se mezclan con aceite de oliva y se calientan. El aceite CBD resultante puede utilizarse directamente o procesarse posteriormente.
Elegir el método de extracción adecuado
La elección del mejor método de extracción de CBD depende de varios factores, como el presupuesto disponible, los requisitos legales, el nivel de pureza deseado y el uso previsto del producto final. A menudo se hace referencia a la extracción con CO2 como el patrón oro debido a su seguridad, eficiencia y calidad del CBD producido. Sin embargo, requiere una mayor inversión en equipos especializados y conocimientos técnicos.
Los métodos basados en disolventes pueden ser rentables y más rápidos, pero conllevan el riesgo de que queden residuos tóxicos en el producto final, lo que puede limitar su seguridad para uso médico. La extracción del aceite de oliva es sencilla y respetuosa con el medio ambiente, pero el aceite CBD resultante es menos concentrado y tiene una vida útil más corta.
De la planta al producto
Una vez que el CBD se ha extraído con éxito de las partes de la planta de cannabis, aún quedan algunos pasos por dar para obtener un producto final de alta calidad:
Extracción de CBD de las flores de cannabis
Las flores femeninas de la planta de cannabis se utilizan generalmente para producir aceite CBD u otros productos CBD, ya que contienen la mayor cantidad de CBD. Es importante garantizar una cosecha de alta calidad y un procesamiento cuidadoso para que no entren impurezas ni sustancias nocivas en el producto final.
Preparación y filtrado
Una vez extraído con éxito el CBD, debe limpiarse a fondo y filtrarse para eliminar cualquier residuo de disolventes, grasas, ceras o impurezas. El procedimiento exacto depende del método de extracción utilizado. La extracción con CO2 suele conllevar una filtración adicional mediante tecnología de winterización, que elimina del aceite los lípidos y grasas no deseados.
Descarboxilación
Para que el CBD sea médicamente eficaz, debe estar presente en su forma activa. Para ello, el CBD extraído se somete a un tratamiento térmico en el que se produce la descarboxilación y la forma ácida del CBD (CBDa) se convierte en la forma activa.
Aislamiento y limpieza
Dependiendo del producto final deseado, puede ser necesario aislar y purificar aún más el CBD extraído. Por ejemplo, en la producción de aislado de CBD se utilizan procesos como la cromatografía para separar el cristal de CBD puro de otros cannabinoides o terpenos.
Fusión de CBD con aceites portadores
Para que el CBD pueda utilizarse en diversas formas de dosificación, suele mezclarse con aceites portadores como el aceite de semillas de cáñamo, el aceite MCT (aceite de coco) o el aceite de oliva. Estos aceites facilitan la absorción del CBD en el organismo y aumentan su biodisponibilidad.
Para una dosificación óptima
La dosis correcta de CBD es crucial para lograr un efecto terapéutico eficaz sin causar efectos secundarios indeseables. Al mezclar CBD con aceites portadores, se pueden conseguir dosis más precisas que si se utiliza el CBD solo.
Versátiles posibilidades de aplicación
Con la ayuda de estos extractos y aceites de CBD de alta calidad, se pueden fabricar diversos productos que permiten diferentes aplicaciones y vías de administración. Entre otros:
- Aceites CBD y tinturas
- Cápsulas de CBD y comprimidos
- Bolígrafos y e-líquidos de CBD
- Comestibles de CBD como gominolas o chocolate
- CBD tópico, como cremas y ungüentos
- Productos cosméticos con CBD
Extraer CBD de la planta de cannabis es un proceso complejo que requiere los conocimientos y las técnicas adecuadas para obtener un producto final de alta calidad. Sin embargo, cuando se utiliza correctamente, esta valiosa sustancia puede ayudar a una amplia gama de personas a mejorar su calidad de vida aliviando una gran variedad de enfermedades y dolencias.