Con el creciente interés por el uso del CBD (cannabidiol) para diversos fines médicos, algunas personas han expresado su preocupación por la posibilidad de adicción. En este artículo analizamos hasta qué punto puede desarrollarse la adicción al CBD -física o psicológica- y qué factores deben tenerse en cuenta.
¿Qué es el CBD?
CBD son las siglas de cannabidiol, uno de los muchos compuestos químicos que se encuentran en la planta de cannabis. A diferencia del más conocido tetrahidrocannabinol (THC), el CBD no tiene efectos psicoactivos, lo que significa que no produce el característico “efecto de colocón” del THC. En cambio, se dice que el CBD tiene numerosas propiedades terapéuticas potenciales, como el alivio del dolor, la antiinflamación y la reducción del estrés y la ansiedad.
¿Cómo se consume el CBD?
Hay muchas formas de consumir CBD, entre ellas:
- Cápsulas
- Tinturas
- Aerosoles orales
- Gomas comestibles y otros productos alimenticios
- Cartuchos para vapear
- Pomadas y cremas de aplicación tópica
Esto permite a las personas elegir la forma y el método deseados para tomar CBD, en función de sus preferencias y necesidades personales.
¿Es adictivo el CBD?
La cuestión de una posible adicción al CBD requiere una investigación cuidadosa. Es importante señalar que existen diferentes tipos de adicción: la adicción física y la adicción psicológica. Aquí diferenciamos entre ambos y los consideramos en relación con el CBD.
Dependencia física
La dependencia física se refiere al fenómeno en el que el organismo se presenta debido a un consumo continuado. Pueden producirse síntomas de abstinencia si se interrumpe bruscamente su consumo.
Según los estudios actuales, no hay pruebas de que el CBD cause dependencia física.
Por el contrario, el CBD ha demostrado que tiene cierto potencial para tratar problemas de abuso de sustancias, como la adicción a los opiáceos, la nicotina y el THC. Algunos estudios han sugerido que el CBD puede reducir tanto los antojos como los síntomas de abstinencia cuando se utiliza como complemento de otras terapias de apoyo.
Dependencia psicológica
La dependencia psicológica describe la sensación de necesitar una sustancia o actividad para sentirse emocional o mentalmente normal. Se diferencia de la dependencia física en que no se producen síntomas de abstinencia cuando se interrumpe la sustancia o la actividad.
Aún no existen pruebas concluyentes de que el CBD provoque dependencia psicológica. Como el CBD no es psicoactivo y no produce el mismo colocón que el THC, parece poco probable que la gente tienda a volverse psicológicamente dependiente. Sin embargo, esto no significa que existan diferencias individuales en la relación de los consumidores con su consumo de CBD; algunos pueden desarrollar una sensación de dependencia psicológica, aunque esto puede ser poco frecuente.
Factores que influyen en el riesgo de adicción
Es importante tener en cuenta diversos factores asociados al consumo de CBD, ya que pueden albergar distintos riesgos de desarrollo de dependencia (también psicológica):
- Dosis: Una dosis más alta podría significar un mayor potencial de desarrollo de dependencia psicológica. Respete siempre la dosis recomendada por el fabricante.
- Frecuencia de consumo: El consumo frecuente de CBD puede aumentar el riesgo de dependencia psicológica. Es aconsejable limitar el consumo al mínimo necesario para aliviar sus síntomas.
- Diferencias individuales: las personas propensas a las adicciones o con otros problemas de salud mental pueden tener un mayor riesgo de desarrollar una adicción. Es importante ser honesto sobre su propio historial y hablar con su médico sobre los posibles riesgos.
- Presencia de THC: Algunos productos de CBD contienen trazas de THC, que se sabe que es adictivo. Si esto le preocupa, prefiera productos con un contenido de THC inferior al 0,2%.
Resumen
En general, no hay pruebas de que el CBD provoque dependencia física, pero los estudios en humanos al respecto siguen siendo limitados. El potencial de dependencia psicológica parece ser bajo en general, pero podría estar influido por muchos factores. Con un uso considerado, el CBD no parece ser altamente adictivo. Sin embargo, siempre hay que tener muy en cuenta la dosis, la frecuencia y las circunstancias individuales para minimizar el riesgo de adicción.