El CBD, conocido científicamente como cannabidiol, está ganando cada vez más popularidad y aceptación. Se utiliza en todo el mundo para aliviar diversos problemas de salud. Sin embargo, existen muchos tabúes y conceptos erróneos sobre los productos de CBD. En este artículo, desmentiremos algunos de estos mitos y proporcionaremos los hechos para una mejor comprensión de este agente terapéutico.
Desconfianza en el CBD por falta de conocimiento
Mucha gente cree que el CBD procede del mercado ilegal y que no es más que otra forma del narcótico cannabis. Esto a menudo les lleva a rechazar el CBD o a evitar probar sus beneficios. De hecho, la planta del cáñamo y el principio activo terapéutico CBD están injustamente estigmatizados y asociados a connotaciones negativas, mientras que, entretanto, numerosos estudios han confirmado las propiedades curativas del CBD.
CBD y THC: dos componentes diferentes
La distinción entre CBD y THC
Una de las principales razones de la confusión generalizada sobre el CBD es la similitud de su nombre con el Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo del cannabis. Aunque ambas sustancias proceden de la planta del cáñamo, en realidad tienen efectos completamente diferentes en el organismo. Mientras que el THC es conocido por provocar un estado de intoxicación, el CBD no tiene ningún efecto psicoactivo y, por lo tanto, no desencadena un estado de euforia o deterioro.
Una sustancia con muchas propiedades positivas
Además de sus efectos no psicoactivos, el CBD ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, como el alivio del dolor y la ansiedad y propiedades antiinflamatorias. Debido a estos efectos, el uso del CBD ha demostrado su eficacia en diversos ámbitos médicos, por ejemplo en el tratamiento del dolor crónico, los trastornos del sueño, la depresión, los trastornos de ansiedad, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple.
Mitos sobre la situación jurídica del CBD
La legalidad de los productos de CBD
El concepto erróneo más común sobre el CBD se refiere a su estatus legal. En muchos países, incluidos la mayoría de los europeos, el CBD es completamente legal, siempre que su contenido de THC esté por debajo de un determinado límite que varía de un país a otro(normalmente el 0,2%). En cambio, los productos derivados del cannabis con un alto contenido de THC siguen figurando en la lista de sustancias prohibidas en muchos países.
El origen patético de las ambigüedades jurídicas
Las ambigüedades legales en torno al CBD se deben en gran medida a una legislación obsoleta que clasifica el cáñamo en su totalidad como estupefaciente. Sin embargo, esto ignora las diferencias esenciales entre los distintos componentes de la planta y pasa por alto las propiedades beneficiosas para la salud del CBD.
Aceite CBD: no sólo para fumadores
Otra idea preconcebida que suele prevalecer sobre los productos de CBD es la suposición de que sólo se pueden fumar o vaporizar. De hecho, existen muchos métodos de aplicación diferentes para los productos de CBD, como gotas de aceite, cápsulas, cremas e incluso gominolas. La elección de la forma de dosificación adecuada depende de las necesidades y preferencias personales de cada individuo y permite un uso versátil del CBD en la vida cotidiana.
Conclusión: la educación es crucial
Debido a estos conceptos erróneos generalizados sobre el CBD, es necesario mejorar la concienciación pública sobre este agente terapéutico mediante más información y educación. Depende de todos nosotros asumir nuestra responsabilidad y mantenernos al día de las últimas novedades del mundo del conocimiento del CBD. Esto ayudará a disipar mitos e inhibiciones y a establecer el CBD como una herramienta valiosa y esencial para el bienestar de millones de personas en todo el mundo.