En los últimos años, la popularidad del cannabidiol (CBD) como remedio natural para aliviar el dolor ha aumentado rápidamente. Debido a sus diversas propiedades terapéuticas, cada vez más personas recurren al CBD como alternativa a los analgésicos convencionales, como los AINE (antiinflamatorios no esteroideos) o los opiáceos. Este artículo examina los mecanismos que subyacen a los efectos analgésicos del CBD y algunos de los resultados de las investigaciones realizadas hasta la fecha.
¿Cómo actúa el CBD contra el dolor?
Para comprender cómo alivia el dolor el CBD, es importante examinar los distintos mecanismos por los que este extracto natural ejerce sus efectos analgésicos. Existen varias formas en las que el CBD interactúa con el cuerpo humano, incluida la interacción con el sistema endocannabinoide (SCE).
Interacción con el sistema endocannabinoide
El SCE es una compleja red de receptores y enzimas que desempeña un importante papel en la regulación de diversas funciones fisiológicas, como el sueño, el apetito, el estado de ánimo y la percepción del dolor. El CBD actúa principalmente modulando este sistema y tiene el potencial de actuar contra el dolor tanto a nivel central como periférico.
Los principales actores del SCE son los receptores cannabinoides CB1 y CB2. Mientras que la activación de los receptores CB1 muestra principalmente propiedades analgésicas a nivel central, los receptores CB2 desempeñan un papel más importante en el sistema inmunitario y en la inflamación, que se asocia a muchos tipos de dolor. Varios estudios han demostrado que el CBD tiene la capacidad de unirse a ambos receptores y reducir así el dolor tanto directa como indirectamente.
Modulación de los procesos inflamatorios
Otro posible mecanismo del efecto analgésico del CBD es su potencial antiinflamatorio. La inflamación suele desempeñar un papel clave en el desarrollo de cuadros de dolor agudo y crónico, sobre todo en enfermedades como la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple. En estudios preclínicos se ha demostrado que el CBD inhibe las enzimas intermoleculares implicadas en el proceso inflamatorio, como la ciclooxigenasa-2 (COX-2). En teoría, esto puede conducir a la liberación de menos mediadores del dolor, como las prostaglandinas, lo que se traduce en una menor percepción del dolor.
Resultados de investigaciones anteriores sobre el efecto analgésico del CBD
Aunque cada vez hay más pruebas de que el CBD puede utilizarse eficazmente para tratar el dolor, se necesitan más estudios clínicos para comprender plenamente su eficacia y seguridad. A continuación se describen algunos de los estudios realizados hasta la fecha.
Estudios para la artrosis
La artrosis es una enfermedad articular degenerativa que puede provocar dolor crónico. En 2017, unos investigadores realizaron un estudio preclínico en ratas con artrosis en el que querían averiguar si el CBD alivia el dolor. Los resultados mostraron que BerDie en la aplicación tópica de CBD redujo significativamente el dolor y la inflamación. Sin embargo, también se hizo hincapié en la importancia de validar estos resultados en ensayos clínicos con pacientes humanos.
Estudios sobre la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso asociada al dolor. Un estudio aleatorizado y doble ciego de 2020 investigó el efecto de un extracto rico en CBD en comparación con un placebo en pacientes con lesiones graves de esclerosis múltiple. Ambos grupos recibieron sus respectivos tratamientos una vez al día durante un total de cuatro semanas. El estudio demostró que el extracto cannabinoide producía una reducción significativa de la intensidad del dolor y de las molestias en la vejiga.
Estudios sobre la fibromialgia
La fibromialgia es un trastorno de dolor crónico caracterizado por dolor generalizado en el tejido muscular. Un estudio abierto de 2019 investigó el uso de aceite CBD en pacientes con fibromialgia. Los participantes recibieron aceite CBD diariamente durante un periodo de dos meses como suplemento a su medicación habitual. Al final del tratamiento, la mayoría de los afectados mostraron una reducción significativa de la intensidad del dolor y de los trastornos del sueño. Sin embargo, hay que señalar que se necesitan ensayos controlados aleatorios para confirmar estos resultados.
Desde la perspectiva de los pacientes
Además de la investigación científica, cada vez hay más informes personales de personas que han utilizado con éxito el CBD para diversas dolencias. A pesar del potencial de esta sustancia natural, cualquier nuevo enfoque para el tratamiento del dolor debe considerarse cuidadosamente y preferiblemente bajo supervisión médica.
En general, las investigaciones realizadas hasta la fecha muestran pruebas prometedoras de la eficacia del CBD para aliviar el dolor y pueden representar una alternativa interesante a la medicación convencional para determinados grupos de pacientes. Sin embargo, se necesitan más estudios clínicos para comprender plenamente el uso a largo plazo, las dosis óptimas y los posibles efectos secundarios de este prometedor extracto de hierbas.